Causando cicatrización del hígado, fallas hepáticas, cáncer de hígado e incluso la muerte, el virus del hepatitis B (VHB) es cien veces más contagioso que el VIH (que causa SIDA) porque se necesita una cantidad muy pequeña de virus para infectarte (el VHB tiene mayor capacidad de división e invasión a tejidos). ¿Sabes cómo se transmite este virus, cuáles son sus síntomas y cómo puedes prevenirlo? Las respuestas, basadas en información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a continuación.
Síntomas y formas de contagio
Al igual que el VIH, el virus de la hepatitis B se transmite a través de sangre infectada y otros fluidos corporales como el semen y las secreciones vaginales. Tener relaciones sexuales (vaginales, anales y orales) con alguien infectado, compartir agujas y cualquier otra actividad que te pudiera hacer entrar en contacto con estos fluidos puede provocar que contraigas la infección.
Los síntomas de la enfermedad incluyen: ictericia (que tu piel u ojos se vuelvan amarillentos, o tu orina sea más obscura), que tus heces sean de color muy claro, fatiga que dura por semanas o meses, síntomas parecidos a la gripa como fiebre, pérdida de apetito, náusea y vómito y dolor abdominal.
Normalmente estos síntomas se presentan de uno a seis meses después del contagio, aunque un 30% de las personas infectados jamás presentan síntomas.
Cómo evitarlo: vacuna y tratamiento
La vacuna contra el VHB es la forma más eficaz de evitar el contagio y normalmente se aplica en los primeros meses de vida por lo que lo más probable es que ya la tengas. Si no estás segura de estar vacunada, usa condón cada vez que tengas sexo, no compartas rastrillos, cepillos de dientes, herramientas de manicure o piercings con nadie.
Si sospechas que fuiste contagiada, ve con tu doctor de inmediato. Él te realizará un examen físico y analizará tu sangre para observar el funcionamiento de tu hígado. Si los análisis de laboratorio confirman que tienes el virus, recibirás un tratamiento de tres inyecciones para combatir al virus. Durante este tiempo no debes beber alcohol o tomar paracetamol (un analgésico muy común).
Aunque no existe cura para la hepatitis B, el 95% de los casos supera la infección, ésta desaparece del sistema y tú te vuelves inmune para toda la vida: no volverás a infectarte. Sin embargo, si no logras superar al virus te convertirás en portador del virus y aunque no presentes síntomas puedes contagiar a cualquier persona.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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