El origen de las fajas tal vez haya que buscarlo en los legendarios corsés, que dejaban sin aliento a esbeltas mujeres que buscaban reducir centímetros, resaltar su busto y marcar en forma exagerada su cintura.
Su uso no está exento de sacrificio. Al ser tan ceñidas, se convierten en una segunda piel que, fundamentalmente, aprieta. Sin embargo, las fajas pueden resultar de gran utilidad para salir del paso y ocultar de inmediato esos rollitos de más. Aunque también se dice que tienen efectos reductores.
Las potencialidades y debilidades de su uso dependen, como siempre, de la persona que las utilice, pero también de la combinación que se haga con otros tratamientos afines. Entre ellos destacan los masajes reductores, la inyección de gas carbónico, la aplicación de láser, los cambios de temperatura con calor y, últimamente frío, con criolipólisis.
Es que el objetivo de cualquier tratamiento que trabaje el tejido graso será modificar, destruir y eliminar.
"La aplicación de cualquier tipo de energía sobre ellos van a agredir ese tejido graso y lo van a desnaturalizar con mejores o peores resultados. La lipoescultura tradicional también lo hace, registrando lo mejores resultados en ello y constituyendo el 'Gold Standard' para todos estos procedimientos", afirma el doctor Felipe Costa.
De esta manera, la faja como complemento a estos tratamientos será fundamental. "Nos permiten comprimir los tejidos tratados quirúrgicamente en una lipoescultura o una abdominoplastía, por ejemplo, facilitan los procesos de cicatrización profunda de los tejidos, adhiriéndolos de la mejor forma y reabsorbiendo los líquidos inflamatorios y postquirúrgicos", explica el médico.
Asimismo, limitan de forma adecuada la movilidad de la región operada, protegiéndola durante el primer mes. Una vez cumplido este período, la fajas deben ser retiradas para que la musculatura y el resto de los tejidos blandos recuperen sus capacidades de forma fisiológica y el paciente una vida normal.
Como un solo tratamiento
"El efecto modelador que tienen las fajas, ocurre por la compresión selectiva que hace de los tejidos, lo que produce una dilatación de los pequeños vasos sanguíneos y linfáticos, existentes en el área, con la consecuente pérdida de líquidos intersticiales, que en ocasiones puede determinar aspectos como el de la celulitis", asegura doctor Costa.
En ese sentido, su alta efectividad es avalada por Victoria Videla, quien desde 1980 diseña y confecciona diversas fajas de neoprén, entre otros productos.
"Nuestras fajas son una segunda piel, que modela inmediatamente la figura de hombres y mujeres, reduciendo el contorno de 8 a 10 cm.", asegura.
Videla comenta que no son piezas desechables, sino que tienen servicio técnico para ir adaptándolas a los requerimientos de cada persona, ya que con el tiempo quienes las usen irán perdiendo centímetros y la confección de la faja tiene la posibilidad de alargar su vida útil.
Los modelos más solicitados son los que van desde debajo del busto hasta las caderas. "Para postparto son altamente eficaces aunque también alivian molestias en la espalda, al corregir malas posturas por su sistema de barbas metálicas que producen un masaje constante, evitando la flacidez muscular que puede ocurrir con otro tipo de fajas", dice.
Sin embargo, Rodrigo Vielma, cirujano plástico, ve a este tipo de tratamientos como prenso terapia y asevera que los resultados son de corto plazo y más bien momentáneos.
Cualquier sea la opinión, no se recomienda su uso nocturno bajo ninguna circunstancia, sino que sea por períodos cortos y para objetivos específicos, según señala el doctor Costa. Asimismo, es importante el material con que esté hecha, porque cualquiera aumentará el calor y la humedad local por la falta de ventilación, ejerciendo presión y roce continuo sobre los tejidos e impidiendo la movilidad corporal.
"Los elementos de mayor permeabilidad como las lycra y algodón son probablemente menos efectivos debido a que guardan menos el calor. Sin embargo, también liberan de mejor forma la humedad, que en muchos casos generan alteraciones de la piel como lo son la aparición de micosis (hongos)", aclara.
Por otra parte, el especialista señala que los materiales de gran impermeabilidad, como el neoprén, tienen la característica de ser fabricados sin la necesidad de tener costuras, lo que evita roces permanentes que causan fricción y ruptura de adipositos en zonas específicas.
De todas maneas, cualquiera sea la faja que se utilice habrá que considerar que, si es usada en forma permanente, existe la posibilidad de que elimine la función de contención de la pared abdominal, según el doctor Felipe Costa. En ese caso, lo mejor será usar estas prendas como un tratamiento complementario para ayudar a lucir curvas.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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