Home » internacionales, noticias » Merkel y Sarkozy esperan una explicacion por parte del Primer Griego y amenazan con bloquear ayuda de 8,000 millones
Las instituciones de la UE, Francia, Alemania y el FMI esperan hoy las explicaciones del primer ministro griego, Yorgos Papandreu, sobre su plan de convocar un referéndum en Grecia para aprobar o rechazar el plan de rescate europeo aprobado hace apenas una semana. Con este anuncio, Atenas ha vuelto a colocar a la UE y a la eurozona a los pies de los caballos, de donde volverán a intentar rescatarla a Angela Merkel, Nicolas Sarkozy y los restantes europeos llegados a Cannes para asistir al G-20. Para ir adelantando el trabajo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ya ha advertido al país mediterráneo que rechazar el plan de rescate tendrá consecuencias "dolorosas" para su población. De momento, Bruselas ya ha confirmado que no dará los 8.000 millones del sexto tramo del primer plan de asistencia financiera, lo que estrecha el margen de actuación de Atenas, que en cualquier caso calcula que tiene fondos suficientes para mantener la máquina en marcha hasta que se celebre la consulta."Sin el acuerdo de Grecia con la UE y el FMI, las condiciones para los ciudadanos griegos serán mucho más dolorosas, y sobre todo para los más vulnerables. Las consecuencias son imposibles de predecir", ha asegurado Barroso en un comunicado a su llegada a la ciudad francesa. "Quiero hacer un llamamiento urgente y sincero a la unidad nacional y política de Grecia", continúa el texto antes de recordar que la estabilidad del país mediterráneo es crucial para el resto de Europa.
La primera de las esperadas reuniones de hoy, entre el presidente francés, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y los responsables del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde; de la Comisión Europea; del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha comenzado poco después de las 17.00. Aunque ha sufrido interrupciones, ya que Sarkozy y el presidente chino, Hu Jintao, tenían una cita previamente convocada para las 18.00.
Tras este paréntesis, a la reunión estaba previsto que se uniese el primer ministro griego, Yorgos Papandreu. Sobre lo que los líderes europeos trasladarán a su homólogo griego, Berlín y París ya han adelantado que le exigirán claridad sobre el referéndum y la salida del país del euro.
El presidente francés y la canciller han decidido que entre todos ellos, más el Fondo Monetario Internacional (FMI), deberán fijar urgentemente la hoja de ruta para aplicar lo pactado la semana pasada en Bruselas, diga lo que diga Papandreu sobre la celebración de un referéndum.
En términos económicos, apartado en el que la UE y el resto de participantes en la entrevista tienen su principal baza de presión contra Grecia, el mero anuncio del plebiscito ya ha dejado en el aire el sexto tramo de la ayuda de 8.000 millones de euros correspondiente al primer plan de asistencia al país mediterráneo y que ha sufrido diversos retrasos. Tal y como planteó la propia Grecia en su momento, la falta de este dinero dejaría al Ejecutivo sin dinero para poder pagar a sus funcionarios y pensionistas las nóminas una vez acabe diciembre. No obstante, el Ejecutivo de Papandreu ha hecho las cuentas y calcula que tiene reservas suficientes hasta que celebre el referéndum.
Según han confirmado fuentes oficiales del FMI y de la UE a Reuters sin identificarlas, este dinero no se entregará hasta que se celebre la consulta pública, algo que podría tener lugar en la primera quincena de diciembre. "Las instituciones no quieren dar el dinero a Grecia y entonces esperar a ver que ocurre", han explicado desde el FMI. "Queremos tener la certeza de que Grecia cumplirá con sus compromisos y ahora Papandreu no está en condiciones de cumplir estas garantías", ha añadido.
Desde la UE, han añadido que los países europeos se alineado ellos mismos con el FMI y que con toda probabilidad no realizarán el pago hasta que vea con claridad que el país cumple con el plan de reformas y ajustes marcado. "Tan pronto como Grecia realice el referéndum, tan pronto se librará el sexto tramo. Pero en estos momentos, no se va a pagar", han asegurado.
La misma estupefacción que hizo despeñarse a las Bolsas se apoderó de los dirigentes europeos, irritados además al verse sorprendidos por la decisión, no comunicada previamente, del primer ministro griego de someter a consulta popular la medicina salvadora que quiere administrar la UE a Grecia. Una receta que fue afinada tras largas horas de tira y afloja los pasados miércoles y jueves en la cumbre de los líderes de la zona euro. Una sorpresa que replicó esta madrugada el mismo Papandreu al término del Consejo extraordinario de Ministros que convocó ayer por la tarde. "Los socios internacionales de Grecia estaban al tanto de mis intenciones del referéndum y respetarán y apoyarán las resoluciones del país", sentencia el comunicado publicado por su oficina al término de las siete horas de reunión.
El ministro del Interior, Haris Kastanidis, ha defendido hoy que la consulta se podría adelantar un mes frente al calendario barajado. Esto es, en diciembre en lugar de enero. Aunque el Ejecutivo griego no había fijado una fecha fija, el portavoz del Gobierno, Ilias Mosialos, afirmó ayer, sin dar más detalles, que su intención es celebrarla tan pronto como sea posible, lo que presionaría a la UE para cerrar los detalles del rescate rápidamente. En cuanto a los mercados, tras la tormenta, han abierto esta mañana con una ligera recuperación insuficiente, en cualquier caso, para recuperar las pérdidas de la víspera. A media jornada, la mayoría de las Bolsas europeas estaba ya en rojo.
Hay motivos más que suficientes para pensar que el resultado del referéndum sería negativo -ayer mismo un sondeo daba un 60% de rechazo, aunque el 72% de los griegos quiere seguir en el euro-, lo que provocaría una quiebra descontrolada de Grecia y con ella el desarbolamiento de la eurozona. En esa situación hasta la UE estaría en peligro, según repiten los analistas.
Merkel y Sarkozy, los padrinos del acuerdo de la pasada semana, se pusieron inmediatamente manos a la obra para responder al desafío griego, calificado de "irracional y peligroso" hasta para el propio Papandreu por un allegado al presidente francés. Tras hablar por teléfono emitieron un comunicado taxativo: "Francia y Alemania desean que, en consulta con sus socios europeos y con el Fondo Monetario Internacional, se elabore cuanto antes una hoja de ruta para garantizar la aplicación de este acuerdo".
"Este acuerdo", el alcanzado la pasada semana, fue glosado por ambos en términos encomiásticos. También Herman van Rompuy, como presidente del Consejo Europeo y de la cumbre del euro, y José Manuel Durão Barroso, como presidente de la Comisión, lo valoraron en otro comunicado usando prácticamente las mismas palabras, en prueba del toque a rebato dado al más alto nivel ante la nueva crisis que se cierne sobre el euro. Los cuatro subrayan lo acordado sobre Grecia -hasta dan por hecho un acuerdo que está lejos de ser cerrado para que la banca asuma una quita del 50% de la deuda griega- e insisten en los beneficios del plan, orientado a reducir la deuda griega al 120% del PIB en 2020.
Merkel y Sarkozy acordaron volver a verse esta tarde en Cannes -donde la canciller no pensaba llegar hasta mañana y donde sí iba a estar el presidente, en calidad de anfitrión del G-20- en una reunión de consultas con las instituciones europeas y con el FMI. Luego cenarán todos ellos con Papandreu y su ministro de Economía, Evangelos Venizelos, que ha salido esta mañana del hospital. El objetivo es único: "Tomar todas las medidas necesarias para poner en práctica sin dilación el acuerdo alcanzado el pasado 27 de octubre en Bruselas", según el comunicado conjunto francoalemán. Se trata de volver a la carga, por enésima vez, para intentar dar solución a un problema que en una y otra ocasión se les escapa.
Según informa Le Monde citando fuentes del Gobierno francés, Sarkozy y Merkel comunicarán esta tarde al mandatario griego que rechazan renegociar los requisitos del segundo rescate de Grecia y bloquearán la ayuda urgente del sexto tramo del primer plan de asistencia. Estaba Estaba que los 8.000 millones aprobados el pasado 21 de octubre tras varios retrasos se desembolsara a mediados de noviembre. Francia calcula que las autoridades griegas se quedarán sin fondos como muy tarde en diciembre y lo usará para redoblar la presión sobre Papandreu. El diario también apunta a que los líderes europeos pedirán a Atenas que la pregunta del referéndum sea sobre la permanencia en el euro con el objetivo de evitar dar la imagen de una UE paralizada incapaz de resolver sus problemas, sino el de un país que rechaza la salida que se le ofrece. "No podemos impedir que los griegos se suiciden", afirma un diplomático francés citado por el rotativo.
El anuncio de Papandreu ha cambiado los planes del encuentro y ha convertido la cumbre del G-20 en un foro sobre Grecia. Cuando el presidente francés, Nicolas Sarkozy, esbozó a principios de año sus objetivos para la cumbre, ideó una superproducción: reforma del sistema monetario, medidas contra la volatilidad del precio del petróleo y los alimentos, tasa a las transacciones financieras, regulación de la banca en la sombra y nuevas iniciativas contra el desempleo.
Las discusiones ministeriales evidenciaron que, como ha ocurrido ya en otras cumbres, se avanzaba con cuentagotas. Y el repunte de la crisis europea, a mediados del verano, obligó a un debate más terrenal: qué hacer ante una nueva amenaza de recesión y colapso financiero, cuando las cuentas públicas de la mayoría de países avanzados está en números rojos.
El apoyo de los emergentes
Hace mes y medio, con motivo de la celebración de la asamblea del FMI en Washington, los ministros del G-20 anunciaron que habría un Plan de Acción con medidas inmediatas, siempre que la zona euro planteara una solución integral a todos sus problemas. El pacto de la pasada semana -recapitalización de la banca, quita a la deuda griega, ampliación del fondo de rescates-, parecía ser condición suficiente. Además, el G-20 recuperaba protagonismo: parte de la solución europea pasa por el respaldo de los emergentes, y éste es el foro más apropiado para negociar las contrapartidas políticas (representación en los organismos internacionales) que las nuevas potencias reclaman.
El anuncio del Gobierno griego de que someterá a referéndum el segundo plan de rescate deja en suspenso el pacto europeo. Y, también, la posibilidad de que los emergentes concreten su respaldo a los planes de la zona euro o la posibilidad de ampliar los recursos a disposición del Fondo Monetario Internacional. Hasta el punto de que Sarkozy ha dejado en el aire una cena programada para hoy con el líder chino, Hu Jintao, para hacer hueco a una reunión urgente con Papandreu.
Otros debates, como el reequilibrio de los modelos de crecimiento para ahuyentar la amenaza de guerra de divisas, también llegan tocados: la intervención unilateral de Japón para desinflar el yen, en niveles récord frente al dólar, es la mejor prueba de que apenas hay progresos en este frente.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
No comments:
Post a Comment