Tal y como ha venido ocurriendo en las últimas jornadas, las fuertes subidas de primera hora en las bolsas europeas no han resistido la tendencia de fondo negativa que se ha instalado en los mercados en este turbulento agosto. Así, al igual que ocurrió ayer -y el martes y el lunes-, los rebotes iniciales de hasta el 3% se han diluido a medida que avanzaba la sesión y, a las 14.30, algunos de los parqués de referencia se agudizan las pérdidasarrastradas porel sector financiero. El Ibex 35pierde alrededor del 2%, una cifra superada porMilán y París. El Ibex puedellegar aacumular diez sesiones consecutivas en negativo si se confirma la tendencia negativa que ahora reina en los mercados de renta variable y dura hasta el fin de la sesión.Los futuros de Wall Streetparecen confirmar estatendencia a la baja, los del Dow Jones caen alrededor del 0,4% una hora antes de abrir la sesión, los del S&P500 descienden en torno al medio punto y los del Nasdaq caen un 0,3%.
Pese al tono optimista de la apertura, que se explica por las compras de los atrevidos que buscan gangas y valores que hayan bajado mucho de precio en los últimos días, el miedo al estancamiento económico y el temor a que la crisis del euro llegue a Francia, país que se ha convertido en el actor inesperado de este último episodio de turbulencias, han acabado por imponer la dura realidad de que el nivel que tenían las Bolsas antes de verano no se ajustaba a lo que está por venir de aquí hasta final de año. De ahí que se hayan esfumado miles de millones de euros de los mercados.
Con este abanico de dudas de todo tipo, se ha repetido el patrón de los días previos. Primero, las ventas se han localizado en la banca, sobre todo en la francesa pese a los desmentidos de que el país no está en riesgo de perder la triple A. Esto ha provocado que el principal índice francés, el CAC 40, fuese el primero en darse la vuelta al mismo tiempo que el resto de parqués ponía freno a las compras.
A pocos minutos de las 14.00, el parqué parisino caía un 0,53%. En España, la Bolsa de Madrid cedía un 1,46%, con lo que seguía alejándose de la cota psicológica de los 8.000 puntos (7.849), mientras Milán se dejaba un 1,76%. Lisboa se unía al grupo de las plazas que registraban pérdidas con una caída del 0,73%. También bajaba el Eurostock 50, el índice que agrupa a las 50 empresas de mayor capitalización europeas y que está en su nivel más bajo desde marzo de 2009, con una bajada del 0,2%. En el mercado de divisas, el euro caía y se cambiaba a 1,4170.
Entre los nombres propios del día, las mayores caídas iban a parar en su mayoría a la banca. Los franceses BNP o Societe Generale, que ayer disparó las alarmas tras dejarse un 15%, se dejaban más de un 3%, con lo que daban continuidad al correctivo de la jornada anterior. El alemán Deutsche Bank perdía a la misma hora un 1,8% mientras los italianos Intesa Sanpaolo y Unicredit cedía un 0,2%. Los dos grandes españoles, Santander y BBVA moderaban los recortes del resto al 0,12%, con lo que en cualquier caso se mostraban incapaces de recuperar los 6 euros por acción.
En la deuda, la prima de riesgo española, que ha dejado el protagonismo de nuevo a las Bolsas, volvía a mejorar y caía más de cinco puntos básicos respecto a su nivel de ayer, con lo que se situaba en 278. Para Italia, este indicador, que se establece a partir del diferencial entre los bonos de un país a 10 años frente a los alemanes, la mejora era un punto superior y su prima bajaba a 284 puntos básicos. El diferencial entre los títulos de Francia y Alemania también mejoraba y descendía a 85 puntos básicos después de subir ayer por las dudas sobre la posibilidad de que Francia sea el próximo en perder la matrícula de honor de la triple A. En el mercao se sigue notando la actuación del BCE, que se ha puesto a comprar bonos de los países bajo presión en el secundario para atajar el acoso de los inversores.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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