Con la eliminación de Osama Bin Laden y el aumento de los ataques con aviones sin piloto en el norte de Pakistán, Al Qaeda se ha debilitado, pero aún tiene recursos y puede contar con grupos afiliados y con voluntarios aislados y motivados, estiman varios analistas.
Aunque el presidente Barack Obama se congratuló la semana pasada de haber "puesto a Al Qaeda en el camino a la derrota", es "aún prematuro rezar la oración fúnebre de Al Qaeda", afirmó a la AFP Magnus Ranstorp. Según Ranstorp, director de investigaciones del Centro de Estudios de Amenazas Asimétricas del Colegio de Defensa de Suecia, un especialista en redes terroristas, "ha habido sin duda éxitos importantes, pero es demasiado pronto para anunciar el fin de Al Qaeda".
Este movimiento yihadista, casi destruido en 2002, después de la operación estadounidense en Afganistán que sacó a sus protectores talibanes del poder, ha demostrado que sabe renacer de sus cenizas, hallar nuevos refugios, motivar a sus voluntarios, diversificar sus fuentes de financiación y reemplazar a sus cuadros a medida que estos son detenidos o muertos.
El cofundador de Al Qaeda, el egipcio Ayman Al Zawahiri, que ha sido designado para suceder a Bin Laden, aún no se ha expresado y debe tomar medidas de seguridad extraordinarias para mantenerse con vida, pero durante décadas ha demostrado su gran talento como organizador y estratega, subrayan los expertos.
Si bien "Al Qaeda central" está desde hace semanas claramente a la defensiva, la organización puede contar con sus grupos afiliados para continuar la lucha y, en algunos casos, para ampliarla.
Según Jenna Jordan, del 'Proyecto sobre seguridad y terrorismo' de la Universidad de Chicago, "la muerte de Bin Laden puede desestabilizar temporalmente el núcleo de Al Qaeda en Pakistán, pero su estructura descentralizada le permitirá demostrar su resistencia ante una desestabilización a largo plazo".
Gilles Andreani, profesor de la universidad Paris II y ex director del Centro de Análisis del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, "incluso debilitado y con una capacidad operativa reducida, lo que queda de Al Qaeda puede desempeñar un papel unificador de grupos dispersos peligrosos".
Sobre todo si se tiene en cuenta que en otros frentes las circunstancias juegan actualmente a favor de las redes yihadistas: en Yemen, la ola de protestas que vive el país ofrece nuevos espacios a los combatientes de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), que ahora controlan ciudades y tal vez sectores enteros del país.
En el Sahel, los hombres de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) están apoderándose a través de sus contactos con redes mafiosas y con traficantes de armas de guerra sofisticadas, saqueadas de los cuarteles del este de Libia. Entre ellas, los temibles misiles antiaéreos portátiles SAM-7, que son la pesadilla de los administradores de todos los aeropuertos de África.
"Los otros componentes de este enemigo terrorista multiforme van bien", indicó Ranstorp. "En Yemen, la situación empeora, lo cual es bueno para AQAP. Y aliados con Somalia han logrado un importantes éxitos".
En Occidente, el flujo de los jóvenes voluntarios, radicalizados a través de internet y listos para abrazar la yihad (guerra santa), no se extingue. Son cientos los que van a las zonas de conflicto, para combatir o ser entrenados. Según Europol, 179 personas fueron detenidas en 2010 en la UE en investigaciones relacionadas con el terrorismo islámico, o sea un 50% más respecto al año anterior.
En Fráncfort, en marzo, un kosovar de 21 años, Arid Uka, demostró el peligro casi imparable que representan los que la policía llama "lobos solitarios": solo, con una pistola, mató a dos soldados estadounidenses que partían para Afganistán. Según los fiscales alemanes, el joven acababa de ver en internet vídeos de propaganda islamista sobre presuntas violaciones de mujeres musulmanas por soldados occidentales.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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