New York, por, Lissette Garcia,
Muchos quisieran recibir las bendiciones que Dios nos promete, pero como mismo dice la palabra, “Muchos serán los llamados y pocos los escogidos”. En estos tiempos donde prima el deseo de escuchar algo que te de aliento y que a la vez alimente tu alma y espíritu, son muchos los lobos rapaces vestidos de ovejas que surcan los horizontes que transitamos y que en nuestro diario vivir no van llevando a sentirnos cada vez más solos y casi huérfanos, pues aun conociendo, nos arropa la ignorancia, pues la palabra misma dice, “Mas te vale no haber conocido, que haber conocido y no haber hecho según la voluntad de mi padre, pues que podrás decir aquel dia”, de ahí se desprenden muchas vertientes de las diferentes religiones y creencias, pero que al fin y al cabo nos llevan al mismo punto de encuentro.
Aunque sin ningún ánimo de querer influenciar en las creencias de nadie, pues la palabra misma nos dice que la salvación es individual, basta tener un corazón limpio y amar a Dios sobre todas las cosas de este mundo, con toda tu alma, amar a tu prójimo como a ti mismo, cosa que no hacemos, pues como cada uno de ustedes mismo sabrán nosotros mismos nos llenamos la boca diciendo que Dios dice ayúdate que yo te ayudare, argumento que en numerosas ocasiones una servidora a rebatido e incluso me he ido mucho más lejos, he pedido que me busquen el versículo que hace alusión de esto, pues no lo hay, desde niña criada fui en la palabra, aunque hoy dia como todo ser viviente, con defectos y virtudes, si es que tengo alguna virtud puedo decir que optamos por irnos por el camino más fácil, aquel que nos lleva al despenadero.
Si recordamos las palabras exactas con las que Jesucristo nos dice que la palabra misma dará testimonio de él, solo basta leer y pedir dirección y discernimiento, recuerden aquella promesa que dice, “Pide, Pide, no se canse tu corazón de pedir, porque mas tiene Dios que dar que sus hijos que pedir”. Solo que nunca olvides de acompañar tu petición de la siguiente manera “Hágase señor según sea tu voluntad y no la mía”. Veras cuan misericordioso es nuestro padre, solo tenemos que aprender que no todo lo que deseamos deberá ser como queremos que sea, pues uno que está mucho más alto es quien decide y sabe lo que es bueno y nos conviene.
Quisiera poder llegar a alguien aunque sea a uno, eso me bastaría no para mi ego personal, pero si porque siento que debo demasiado y he dado muy poco, aquellos que conocen la historia de quien lleva esta página sabrán la razón por la cual me siento en la obligación, pero obligación de amor no de presión, pues Dios es amor, y como dice la palabra “Cristo ha hecho grandes cosas ya por mi”, me faltarían muchas vidas para agradecer y pagar lo que me ha dado.
Hago un llamado a todos aquellos que en este medio andan con Dios en la boca y el Diablo en el corazón, recuerden que la vida es un segundo y que nadie sabe ni el dia, ni la hora en que habremos de partir, por ende reflexionen y tomen conciencia de que al hombre se le engaña, pero a Dios quien. Dios es mi fortaleza y a él pido perdón y disculpas, por esas ocasiones en las que me he dejado llevar por la pasión y no me he detenido a pensar dos veces, cuando he debido hacerlo, lee y pide que él te dará según considere es necesario, pero no lo subestimes, pues el es amor, pero también es fuego consumidor.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
No comments:
Post a Comment