Decenas de yemeníes han muerto durante la noche en combates en Saná entre fuerzas de seguridad y milicianos del influyente jeque tribal Sadeq bin Abdalá al Ahmar, que tratan de derrocar al presidente, Ali Abdalá Saleh, según una fuente gubernamental. La orden del presidente de detener a Al Ahmar y a varios de sus hijos por "rebelión armada" no hace sino avivar unos enfrentamientos que comenzaron el lunes y que amenazan con llevar al país a una guerra civil.Al Ahmar ha asegurado hoy que no hay posibilidades de una mediación con Saleh, al que calificó de mentiroso y acusó de "arrastrar al país a una guerra civil". "Somos firmes. Abandonará el país sin nada", ha dicho en una entrevista en la cadena Al Yazira. El líder de la tribu Hashed, a la que pertenece el clan de Saleh, ha pedido que los países árabes presionen al presidente para que abandone el poder. Al Ahmar también ha instado al resto de tribus del país a que no "se retrasen" en prestarle ayuda, en declaraciones a Efe. Según el líder opositor, si él cae, "será el fin del resto de las tribus".
La información sobre las últimas víctimas es muy confusa. Una explosión en un almacén de armas en la zona de la capital ha causado la muerte de al menos 28 personas, según el Ministerio de Defensa, que asegura que el depósito pertenece al clan Al Ahmar. Además, una veintena de personas fallecieron en choques armados en el barrio de Al Hasba, según versiones de medios locales que no han podido ser confirmadas independientemente.
Medio centenar de personas han muerto desde el estallido de los combates, que empezaron poco después de que el presidente Saleh se negara, por tercera vez, a firmar una iniciativa de los países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico que incluye su renuncia tras 33 años en el poder. Cientos de residentes tratan de huir de la capital yemení, cargando sus posesiones en los techos de sus coches, que hacen cola en las salidas de Saná.
El aeropuerto de Saná, que reabrió esta mañana tras un cierre temporal, podría volver a clausurarse debido a los combates que tienen lugar en sus alrededores, según ha dicho Al Ahmar.
EE UU ha ordenado esta madrugada la salida del país de todo el personal no esencial y de los familiares de los diplomáticos. "El nivel de amenaza para la seguridad en Yemen es extremadamente alto debido a las actividades terroristas y a los disturbios civiles", según el Departamento de Estado.
Las explosiones de armamento pesado comenzaron a escucharse en distintas partes de la capital cerca de la medianoche. Granadas de mortero impactaron en las cercanías del complejo residencial en el que viven el jeque y varios de sus hermanos hacia las diez de la mañana, hora local (una hora menos en la España peninsular). Los enfrentamientos entre milicianos de la familia Al Ahmar y la policía comenzaron después de que las fuerzas de seguridad intentaran desalojar un edificio que había sido tomado por hombres armados tribales.
Los combates se han concentrado en la parte norte de Saná, donde los milicianos de Al Ahmar han tratado de tomar varios edificios gubernamentales, entre ellos el Ministerio del Interior. Según testigos citados por Reuters, también la casa del jeque tribal ha resultado muy dañada. Las zonas cercanas a la residencia parecían ayer una ciudad fantasma. También muchas calles del centro de la capital, debido a los puestos de control del Gobierno.
La fuente del Gobierno de Salé no ha dado detalles sobre el bando al que pertenecen los muertos y heridos durante la noche. Tanto las fuerzas de seguridad como los opositores se culpan del estallido de la violencia, entre los temores de Estados Unidos y Arabia Saudí de que Yemen se convierta en un Estado fallido que dé mayor espacio para operar a Al Qaeda. La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, ha llamado a ambas partes a "cesar inmediatamente la violencia" y a urgido a Saleh a abandonar el poder.
La presión para que Saleh dimita comenzó en febrero, en la ola de revueltas en el mundo árabe que acabó con los regímenes de Túnez y Egipto. Miles de yemeníes han acampado en plazas y se han manifestado para pedir la salida del presidente, que en su intento de reprimir las protestas ha causado cientos de muertos.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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