New York. Por, Lissette García;Envidia que viene del latín invidia. Es el deseo de obtener algo que posee otra persona y que uno carece, se trata por lo tanto del pesar, la tristeza o el malestar por el bien ajeno. En este sentido la envidia constituye el resentimiento (el sujeto no quiere mejorar su posición. Sino más bien desea que al otro le vaya peor).
La envidia puede surgir cuando hay una escasez de objetos materiales, espirituales, autoestima, o cuando dichos objetos son muy difíciles de obtener, por lo tanto quienes lo poseen son envidiados por los demás. Por ejemplo “Tengo un carro de lujo y una mansión en la playa, ya que soy la envidia de mucha gente”, me mata la envidia de saber que fulano de tal se pudo comprar una casa nueva y yo todavía tengo que vivir alquilado.
La envidia es considerada como uno de los siete pecados capitales, ya que es la fuente que alimenta otros pecados, el envidioso desea tener algo a costa de privar a otra persona de dicha posesión, no importa cuál sea el botín que esté en juego, también puede tratarse de personas sumamente pobres de espíritu y son incapaces de aceptarlo, por lo tanto tratan de acaparar toda atención sin importarles el daño que puedan ocasionar a otros.
Esta condición de desear algo que no posees conlleva a que la persona afectada por este trastorno, se sienta infeliz, y un profundo dolor que no es detectado por el que lo sufre como envidia, más bien trata de hacer creer a los demás que tal persona es la culpable de su situación, cuando en realidad son ellos quienes han provocado todo este efecto, porque no hay que olvidar que existe causa y efecto.
La psicología afirma que la envidia es un sentimiento que se niega tanto ante terceros, como ante uno mismo, el envidioso desea ocultar su envidia y resulta poco frecuente que la asuma, ya que supone la aceptación de una carencia.
También podemos encontrar claras muestras de lo antiguo que es la existencia de este sentimiento, tan dañino, pues ya desde el principio de la creación se dejo ver. Recordemos el primer acto de envidia, la muerte de Abel. Génesis 4-8,:Dijo Caín a su hermano Abel, salgamos al campo y se levanto Caín contra su hermano Abel y lo mato. Pero ahí no termina pues Dios más tarde le preguntaría por su hermano y el negaría y asumiría ante Dios que él no sabía de su hermano, olvidando, como olvidan todos los hombres, que al hombre se le engaña, pero a Dios no. Otro acto registrado de los muchos que tiene las sagradas escrituras es el de José, quien fue vendido por sus hermanos a una caravana de egipcios como esclavo, solo por envidia, pues sentían un tremendo recelo de ver como su padre trataba a José, pero el acto que les colmo la paciencia fue cuando Jacob le regalo la túnica de colores a José, provocando el desenlace de la venta de este como esclavo, pero olvidaron un detalle Dios tenia propósitos muchos más grandes para el joven, pues años después seria José quien salvara a su pueblo incluyéndolos a ellos de una hambruna.
Recuerda que la envidia es un mal muy grande, pero más grande es aquel que creo los cielos y la tierra, pues no importa cuánto daño te hagan, el está ahí para sanar tus heridas, el hombre podrá querer mancillar todo lo que Dios ha hecho, pero todo lo que el hiso es perfecto, el envidioso puede dañar, pero Dios todo lo puede arreglar, porque Dios es perfecto y su amor es eterno, hasta la próxima semana.
Lissette García
RosasSinEspinas
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