Una carta del coronel Gadafi
Apreciado Cáceres,
Recibe un saludo afectuoso de este servidor y de mi pueblo revolucionario, aquí son locos contigo y esa página, en la cual uno se entera del mundo farandulero.
Debo expresarte que, como tu comprenderás, aquí en cualquier momento la vaina se me pone agria y tendré que salir en bole’ e humo.
He estado analizando los lugares a los que me pueda dirigir y he decidido que antes que me vayan a siquitrillar aquí, me iré a residir a esa bella media isla.
Mientras tanto, ya me puse en contacto con tal Torito, estrella merenguera y otro de nombre Tony Armont, un moreno que toca profundo, este último que parece que le gusta armar muchas vainas (esta palabra la aprendí mirando una vaina de unos premios).
Esta dos figuras me dijeron: “echa pa’ca que aquí se vive bien, jodidos a veces pero no importa, ven que somos muy hospitalarios”. A seguidas me explicaron una vaina disque para que yo caiga en gracia ante el pueblo; me hablaron del color amarillo y me dijeron que ese es el color preferido en la Republica Dominicana, que todos se vuelven locos con él, que lo usan dondequiera y que puede ser usado al aire libre, así como en interiores.
Concluyeron diciéndome: “Como este es un país tropical de mucho sol y que también llueve mucho, como por ejemplo en un pueblo del Cibao que le llaman Bonao, cómprate una sombrilla o varias, que tú eres un hombre rico, ahh, cómprala de color amarillo y para que quede más graciosa y más elegante le pones un 4 % PARA LA EDUCACION, que esa consigna la usa el pueblo junto con sus autoridades para dar a conocer los recursos que se dedican a esta noble causa.
Déjame decirte, Cáceres, que quede encantado y ya mandé a confeccionar 10 millones de sombrillas rotuladas con el slogan y unos de mis aviones jumbo de carga está listo para cuando yo viaje irse conmigo. Nos vemos pronto. Ahh, saludos para un señor de nombre Melanio.
Con afecto el legendario coronel
(Enviado por Darío Holguín)
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