MÉXICO, D.F.— El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) libera una encrucijada tras la consulta ciudadana que dio el sí a una alianza con el oficialista Partido Acción Nacional (PAN) para la gubernatura del Estado de México, pero con un candidato de sus filas que se niega a participar en la fórmula y un rival que se fortalece.
La entidad que congrega más de 10 millones de votantes –una séptima parte del total nacional de 75,091,746- será peleada el próximo 3 de julio por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ha gobernado más de 80 años y tiene un candidato de unidad representado por el hijo de un ex chofer de autobuses de transporte urbano: Eruviel Ávila, de 41 años y doctor en derecho.
Ávila logró unificar a todas las corrientes de su partido: ex candidatos y viejos líderes lo respaldaron e incluso lo acompañaron en su registro mientras los principales actores panistas y perredistas se debatían entre dimes y diretes en un debate que dibujaba la antemesa de las elecciones presidenciales de 2012.
"Debemos caminar juntos con una candidatura y un programa común para ganarle al PRI y sacarlo del Estado de México", dijo el líder nacional del PRD, Jesús Zambrano.
La mancuerna logró arrebatarle al PRI dos estados que jamás había alternado en el gobierno y que representan la segunda y tercera fuerza electoral nacional por el número de sufragios: Oaxaca y Puebla. El domingo pasado 250,000 simpatizantes perredistas y panistas participaron en una consulta donde el 70% aprobó una candidatura común que enfrente en las urnas a un PRI fortalecido por la popular figura de Enrique Peña Nieto, actual mandatario y uno de los favoritos para la Presidencia.
Con todo, el candidato perredista Alejandro Encinas reiteró su postura de rechazo a la unificación de fuerzas con el PAN, que hasta hace dos años era considerado antagónico.
"La alianza que necesitamos apuntalar es entre las fuerzas de izquierda", reiteró el todavía líder de la bancada del PRD en la Cámara de Diputados y uno de los más fieles seguidores del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, también opositor a unirse con la derecha.
Los panistas se han mostrado más flexibles. "Estoy listo para encarnar esta alianza", adelantó Luis Felipe Bravo Mena, uno de los cuadros más fuertes del partido, quien ha sido representante en México del Vaticano.
Zambrano insistió en que debía ser Encinas el candidato de unidad porque es uno de los hombres mejor posicionados para ganar las elecciones.
El candidato priísta, por su parte, se dijo listo para enfrentar a cualquier contrincante que se le presente como rival.
El analista del Colegio de México, Sergio Aguayo, calificó a las elecciones mexiquenses como el escenario "donde se juega el futuro de la cultura democrática del país".
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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