Rusia prohíbe el uso de malas palabras en en los medios, el cine y la literatura

En Rusia ya no se dicen palabrotas. No las podrá oir ni en la televisión, ni en el cine, ni en las obras de teatro, ni en los conciertos. Tampoco las podrá leer en los nuevos libros o en los medios de comunicación. Porque desde este martes ha entrado en vigor la ley aprobada por el presidente ruso, Vladimir Putin, en la que se prohíben todo tipo de «blasfemias» o palabras malsonantes en estos soportes. Y eso en un país conocido por su gran riqueza en palabrotas. De hecho, uno de los más célebres escritores rusos, Fiodor Dostoievski, ya aseguraba en el siglo XIX que se podían expresar «todos los pensamientos, sentimientos e incluso pensamientos analíticos profundos» con un sólo sustantivo: «pene». Lo cierto es que en Rusia el uso de palabras malsonantes está fuertemente extendido, e incluso han constituido una jerga denominada «mat» que tiene cuatro pilares básicos —khuy (polla), pizda (coño), yebat (follar) y blyad (puta)— a partir de los que se ha formado toda una familia léxica. Pero a partir de ahora, cada nueva película que contenga lenguaje obsceno no obtendrá el certificado de distribución, por lo que no se podrá ver en los cines del país. Los efectos ya han llegado. La directora ganadora del Festival Internacional de Cine de Moscú —celebrado hace pocos días— en la categoría de mejor director, ha anunciado que su cinta será modificada para acatar la nueva normativa: Valeriya Gai Germanika, con la película «Yes and Yes», ha explicado que para que pueda ser vista en los cine de Rusia eliminará todas las palabrotas mediante doblaje. Si ya con el estreno de «El lobo de Wall Street», las autoridades rusas decidieron multar con 800.000 rublos a los cines que la emitieran —por publicidad ilegal de estupefacientes—, ahora la cantidad podría ser mucho mayor tras incluirse el precio por las palabrotas. Entre otros ejemplos, la popular serie americana «Breaking Bad», que sí fue emitida en Rusia y que continene gran cantidad de palabras malsonantes, tampoco podría ser emitida ahora, a no ser que fuera doblada eliminando las expresiones. La ley incluye multas en metálico de 2.000 a 2.500 rublos para particulares (40-50 euros), entre 4.000 y 4.500 (80-90 euros) para cargos públicos y de 40.000 a 50.000 (800-1000 euros) para personas jurídicas. Eso sí, parece que los libros, CDs o películas anteriores a la ley que contuvieran algunas de las palabras y expresiones prohibidas podrán comprarse y obtenerse, aunque bajo una advertencia en sus tapas: «Contiene lenguaje obsceno». Lissette Garcia RosasSinEspinas