Amy Winehouse
El escritor Howard Sounes, especialista en biografías de personajes famosos como Charles Bukowsky, Bob Dylan o Paul McCartney, insiste en su libro «Amy, 27. Amy Winehouse y el Club de los de 27» (Alianza Editorial) que este comportamiento responde a un perfil psicológico de clara tendencia hacia la autodestrucción. Dicho de otra manera, por el suicidio, aunque fuera Kurt Cobain el único que lo hizo de forma explícita al pegarse un tiro y dejar una nota de despedida. Brian Jones cometió la locura de meterse en una piscina tras consumir drogas y alcohol. Jim Morrison hacía días que arrastraba su inflado cuerpo por las calles de París, armando follón por todas las esquinas e incapaz de encontrar la inspiración para escribir poesía: murió probablemente de sobredosis. Janis Joplin tenía muy claro que no llegaría a los treinta, quería vivir lo más aprisa posible, en una loca carrera por disfrutar de las drogas y el sexo como si el mundo se fuera a acabar ya mismo: «A saber lo que dirán de mí cuando muera yo», declaró cuando murió Jimi Hendrix. Ella murió de intoxicación aguda de heroína y morfina, mientras que el guitarrista se tomó nueve pastillas Vestarax propiedad de su novia del momento (según el autor del libro, media píldora basta para dormir ocho horas). Murió ahogado en su vómito. Amy Winehouse, por su parte, tenía en su cuerpo 416 miligramos de alcohol por decilitro de sangre, suficiente para deprimir el sistema nervioso y producir un parada respiratoria. A su alrededor había tres botellas de vodka vacías, dos grandes y una pequeña.
Kurt Cobain
Relacionado con el punto anterior, todos ellos parecían competir con su propio cuerpo para comprobar su capacidad de resistencia. Howard Sounes nos habla también de cuadros psicológicos complejos comunes, como el trastorno bipolar o tendencia a la depresión. Brian Jones entró en una espiral de fatalidad: le echaron de los Rolling Stones porque el consumo de drogas afectaba a su trabajo en la banda, lo cual le llevó a consumir más y convertirse en una ruina humana. Kurt Cobain ponía la excusa de sus dolores de estómago, y se declaraba incapaz de superar su adicción a la heroína. Amy Winehouse hizo hasta una canción de éxito sobre su negativa a superar con ayuda su adicción al alcohol («Rehab»). Jim Morrison se metía lo que fuera donde fuera, constantemente, convirtiéndose en un ser violento e insoportable, según aquellos que le conocían de cerca, incluidos los miembros de su propia banda (en especial John Densmore). Para Jimi Hendrix, sin embargo, lo que estaba por encima de todo era la guitarra, pero entró en la carrera adictiva debido en parte al impresionante ritmo de conciertos que llevaba, y a la creencia, muy frecuente en la época, de que la droga era imprescindible para hacer buena música.
Jim Morrison, cantante de The Doors
El divorcio de unos padres suele marcar la infancia y el posterior desarrollo emocional de una persona. Esto resulta claro en el caso de Kurt Cobain y Amy Winehouse. El primero escribió a los nueve años en la pared de su habitación, cuando se enteró de que sus padres se iban a divorciar: «Odio a mamá. Odio a papá. Papá odia a mamá, mamá odia a papá». La cantante británica empezó a ser una chica conflictiva, aunque muy lista, a raíz de que su padre se fuera a vivir con otra mujer. La experiencia la dejó marcada y llegó a componer una canción sobre ello, «What is it abour men?». Peor lo tuvo Jimi Hendrix. Sus padres eran alcohólicos, tuvieron seis hijos y se divorciaron en 1951. Su madre murió en un callejón, debido a una caída provocada por la bebida, cuando él tenía 15 años. Jimi llegó a alistarse en el ejército porque no aguantaba a su padre. Janis Joplin tenía una familia convencional, demasiado para ella, y se escapó de casa y de su agobiante pueblo texano en 1962. Brian Jones, de clase media, se quejaba de unos padres muy estrictos, y su mayor interés por el blues que por los estudios empezaron a crearle conflictos. Con 17 años tuvo su primer hijo, con una chica de 14. Cuando sus padres le echaron de casa en 1960, ya había tenido dos hijos y estaba en camino el tercero. Jim Morrison una vez convertido en cantante de los Doors, nunca quiso saber nada de sus padres, hasta el punto de asegurar a la prensa que sus padres habían muerto. Por no hablar del escándalo que supuso la letra de «The End».
Jimi Hendrix
La presión del éxito es complicada de digerir para unas personas tan jóvenes. Al que más le costó llegar a la cumbre fue a Jimi Hendrix, pero luego se vio atrapado por sus primeros hits, como «Hey Joe» o «Puple Haze», que el público le pedía sin piedad y sin interés por sus nuevas canciones. Jim Morrison quería ser poeta, y estaba amargado por la imagen de sex symbol que había ofrecido en su primer y apabullante disco. Abandonó los Doors para dedicarse a la literatura. Janis Joplin se debatía entre la vida hippy y su educación conservadora. Uno de sus últimos objetivos era casarse y fundar una familia, aunque, como en el caso de sus compañeros de tragedia, escogió muy mal a su pareja. Brian Jones era un juguete roto. Pasó de ser el líder de una de las más grandes bandas del momento a no contar para nada dentro de la dinámica del grupo. Mientras que Kurt Cobain pasó de ser un chico sin vivienda fija a convertirse en millonario. La presión tomó la forma de una adicción incontrolable. Sus relaciones con su grupo, Nirvana, eran cada vez peores. Amy Winehouse tenía múltiples problemas, empezando por un novio en la cárcel al que ella reivindicaba constantemente en sus canciones y en sus directos. Su última actuación en Belgrado, el 11 de junio de 2011, fue el patético espectáculo de una mujer destrozada.
Brian Jones
La promiscuidad suele ser un aspecto común a casi cualquier joven que de repente se ve en lo más alto del mundo del pop o el rock. Entre los miembros del Club de los de 27, Kurt Cobain es sin embargo el que se sale de la norma, en parte por los efectos de la heroína, aunque a Brian Jones le solía pasar algo parecido a medida que cumplía años y su cuerpo estaba más dañado. El desfile de mujeres que fueron sus amantes es largo, y también el número de hijos ilegítimos que fue abandonando por el camino. La voracidad sexual de Janis Joplin era bien conocida: no distinguía entre hombres y mujeres a la hora de buscar compañía. Lo que sí tienen en común todos ellos es la difícil convivencia con sus parejas. Amy Winehouse se buscó un novio nada recomendable, Blake Fielder-Civil, el mismo que la introdujo en el consumo de drogas duras. Jim Morrison se peleaba constantemente, en medio de la bruma tóxica, con su pareja, Pamela Corson -quien se suicidó con 27 años, al año siguiente de morir el líder de los Doors. Brian Jones vio como su compañero Keith Richards se llevaba a la única mujer de la cual había estado enamorado, Anita Pallenberg (no sin razón, él la maltrataba de forma pública y notoria). Kurt Cobain también formó una de los dúos más problemáticos del mundo del rock con Courtney Love.
Janis Joplin
Eso sin duda. Jimi Hendrix es reconocido como el guitarrista más influyente de la historia del rock. Janis Joplin cantó el blues de una forma desgarrada que no ha sido superada, por lo menos por una cantante blanca. Brian Jones fue el catalizador de la primera producción de los Rolling Stones, aportando una amplia gama de colores a su música gracias a su mente abierta y a la increíble facilidad que tenía para tocar casi cualquier instrumento. Jim Morrison hizo de los Doors, con su carisma y poderosa poesía, una de las bandas más grandes del planeta, a pesar de sus pocos años de carrera. Kurt Cobain y Nirvana iniciaron un nuevo estilo de punk-rock llamado grunge, que reinó en los primeros años 90. Y Amy Winehouse lideró todo un movimiento de rescate del tradicional soul y rhythm & blues.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
Kurt Cobain
Relacionado con el punto anterior, todos ellos parecían competir con su propio cuerpo para comprobar su capacidad de resistencia. Howard Sounes nos habla también de cuadros psicológicos complejos comunes, como el trastorno bipolar o tendencia a la depresión. Brian Jones entró en una espiral de fatalidad: le echaron de los Rolling Stones porque el consumo de drogas afectaba a su trabajo en la banda, lo cual le llevó a consumir más y convertirse en una ruina humana. Kurt Cobain ponía la excusa de sus dolores de estómago, y se declaraba incapaz de superar su adicción a la heroína. Amy Winehouse hizo hasta una canción de éxito sobre su negativa a superar con ayuda su adicción al alcohol («Rehab»). Jim Morrison se metía lo que fuera donde fuera, constantemente, convirtiéndose en un ser violento e insoportable, según aquellos que le conocían de cerca, incluidos los miembros de su propia banda (en especial John Densmore). Para Jimi Hendrix, sin embargo, lo que estaba por encima de todo era la guitarra, pero entró en la carrera adictiva debido en parte al impresionante ritmo de conciertos que llevaba, y a la creencia, muy frecuente en la época, de que la droga era imprescindible para hacer buena música.
Jim Morrison, cantante de The Doors
El divorcio de unos padres suele marcar la infancia y el posterior desarrollo emocional de una persona. Esto resulta claro en el caso de Kurt Cobain y Amy Winehouse. El primero escribió a los nueve años en la pared de su habitación, cuando se enteró de que sus padres se iban a divorciar: «Odio a mamá. Odio a papá. Papá odia a mamá, mamá odia a papá». La cantante británica empezó a ser una chica conflictiva, aunque muy lista, a raíz de que su padre se fuera a vivir con otra mujer. La experiencia la dejó marcada y llegó a componer una canción sobre ello, «What is it abour men?». Peor lo tuvo Jimi Hendrix. Sus padres eran alcohólicos, tuvieron seis hijos y se divorciaron en 1951. Su madre murió en un callejón, debido a una caída provocada por la bebida, cuando él tenía 15 años. Jimi llegó a alistarse en el ejército porque no aguantaba a su padre. Janis Joplin tenía una familia convencional, demasiado para ella, y se escapó de casa y de su agobiante pueblo texano en 1962. Brian Jones, de clase media, se quejaba de unos padres muy estrictos, y su mayor interés por el blues que por los estudios empezaron a crearle conflictos. Con 17 años tuvo su primer hijo, con una chica de 14. Cuando sus padres le echaron de casa en 1960, ya había tenido dos hijos y estaba en camino el tercero. Jim Morrison una vez convertido en cantante de los Doors, nunca quiso saber nada de sus padres, hasta el punto de asegurar a la prensa que sus padres habían muerto. Por no hablar del escándalo que supuso la letra de «The End».
Jimi Hendrix
La presión del éxito es complicada de digerir para unas personas tan jóvenes. Al que más le costó llegar a la cumbre fue a Jimi Hendrix, pero luego se vio atrapado por sus primeros hits, como «Hey Joe» o «Puple Haze», que el público le pedía sin piedad y sin interés por sus nuevas canciones. Jim Morrison quería ser poeta, y estaba amargado por la imagen de sex symbol que había ofrecido en su primer y apabullante disco. Abandonó los Doors para dedicarse a la literatura. Janis Joplin se debatía entre la vida hippy y su educación conservadora. Uno de sus últimos objetivos era casarse y fundar una familia, aunque, como en el caso de sus compañeros de tragedia, escogió muy mal a su pareja. Brian Jones era un juguete roto. Pasó de ser el líder de una de las más grandes bandas del momento a no contar para nada dentro de la dinámica del grupo. Mientras que Kurt Cobain pasó de ser un chico sin vivienda fija a convertirse en millonario. La presión tomó la forma de una adicción incontrolable. Sus relaciones con su grupo, Nirvana, eran cada vez peores. Amy Winehouse tenía múltiples problemas, empezando por un novio en la cárcel al que ella reivindicaba constantemente en sus canciones y en sus directos. Su última actuación en Belgrado, el 11 de junio de 2011, fue el patético espectáculo de una mujer destrozada.
Brian Jones
La promiscuidad suele ser un aspecto común a casi cualquier joven que de repente se ve en lo más alto del mundo del pop o el rock. Entre los miembros del Club de los de 27, Kurt Cobain es sin embargo el que se sale de la norma, en parte por los efectos de la heroína, aunque a Brian Jones le solía pasar algo parecido a medida que cumplía años y su cuerpo estaba más dañado. El desfile de mujeres que fueron sus amantes es largo, y también el número de hijos ilegítimos que fue abandonando por el camino. La voracidad sexual de Janis Joplin era bien conocida: no distinguía entre hombres y mujeres a la hora de buscar compañía. Lo que sí tienen en común todos ellos es la difícil convivencia con sus parejas. Amy Winehouse se buscó un novio nada recomendable, Blake Fielder-Civil, el mismo que la introdujo en el consumo de drogas duras. Jim Morrison se peleaba constantemente, en medio de la bruma tóxica, con su pareja, Pamela Corson -quien se suicidó con 27 años, al año siguiente de morir el líder de los Doors. Brian Jones vio como su compañero Keith Richards se llevaba a la única mujer de la cual había estado enamorado, Anita Pallenberg (no sin razón, él la maltrataba de forma pública y notoria). Kurt Cobain también formó una de los dúos más problemáticos del mundo del rock con Courtney Love.
Janis Joplin
Eso sin duda. Jimi Hendrix es reconocido como el guitarrista más influyente de la historia del rock. Janis Joplin cantó el blues de una forma desgarrada que no ha sido superada, por lo menos por una cantante blanca. Brian Jones fue el catalizador de la primera producción de los Rolling Stones, aportando una amplia gama de colores a su música gracias a su mente abierta y a la increíble facilidad que tenía para tocar casi cualquier instrumento. Jim Morrison hizo de los Doors, con su carisma y poderosa poesía, una de las bandas más grandes del planeta, a pesar de sus pocos años de carrera. Kurt Cobain y Nirvana iniciaron un nuevo estilo de punk-rock llamado grunge, que reinó en los primeros años 90. Y Amy Winehouse lideró todo un movimiento de rescate del tradicional soul y rhythm & blues.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
No comments:
Post a Comment