Una serie de atentados simultáneos contra 18 subestaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dejaron sin luz este domingo a casi medio millón de personas de catorce localidades en el estado mexicano de Michoacán. Los ataques, ejecutados con cócteles molotov y armas de fuego, se extendieron también a seis gasolineras en distintos municipios de esta conflictiva región del Pacífico, donde opera el cártel de La Familia Michoacana. En unas instalaciones a las afueras de la ciudad de Salamanca fueron abandonadas 131 bombas caseras, que aparentemente iban a ser utilizadas contra los transformadores de la CFE.
Los atentados se produjeron apenas unas horas después de que el Ejército y la Policía Federal, junto a los autodenominados grupos de autodefensa civil, intervinieran para restablecer el orden en el municipio de Apatzingán, que lleva varios meses bajo el control de la mencionada organización criminal. Tras los ataques contra las instalaciones de la CFE y las gasolineras, cientos de personas se manifestaron en dicha ciudad para protestar por el operativo que llevaron a cabo el sábado las fuerzas del orden. Al término de la marcha, al menos cinco personas murieron en un enfrentamiento entre supuestos miembros del cártel y grupos de autodefensa. Los grupos de autodefensa se han multiplicado en esta región desde principios de año como respuesta a los asaltos y extorsiones de grupos del crimen organizado.
Estos sucesos tuvieron sólo lugar tres días después de que el gobernador Fausto Vallejo retornara a su oficina, tras seis meses de retiro por enfermedad.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
No comments:
Post a Comment