Al menos 50 personas han muerto en Bagdad al explotar 11 coches bomba en varios puntos de la capital iraquí. Los atentados se han producido a primera hora de la mañana. El más sangriento ha golpeado un mercado de verduras en el barrio de Ciudad Sadr, causando, según la policía, al menos siete víctimas mortales y más de 50 heridos. La mayor parte de las explosiones se han producido en barrios de mayoría chií.
Aunque nadie ha reivindicado la autoría de los atentados, estos llevan la marca registrada del Estado Islámico de Irak, la marca con la que opera la rama iraquí de Al Qaeda. Un portavoz del ministerio del Interior ha responsabilizado de los "fallos" en la lucha antiterrorista del Gobierno de Nuri al Maliki a "luchas intestinas políticas y conflictos regionales".
Este es el peor atentado en Irak desde el pasado día 21, cuando una serie de explosiones en un funeral en Ciudad Sadr causó 104 muertos. El país árabe es golpeado por atentados prácticamente a diario, en un intento de desestabilizar aún más el frágil equilibrio político y exacerbar las divisiones sectarias entre chiíes, suníes y kurdos.
Según la página web Iraq Body Count, más de 1.100 personas han muerto en atentados en Irak este mes de septiembre que termina. Si se confirma la cifra —la agencia France Presse, por ejemplo, reduce el número de víctimas a 840— será el mes más sangriento en Irak desde abril de 2008. Aunque el número de muertos sigue siendo menor que durante el ciclo de violencia sectaria de 2006-2007, la evolución y la intensidad de las represalias hace temer que una situación similar pueda volver a repetirse.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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