Primer paso para la leva de reclutas ultraortodoxos en Israel

El Gobierno israelí ha dado la primera puntada a la nueva ley que obligará a los ultraortodoxos, también llamados jaredíes, a hacer el servicio militar obligatorio en Israel. Los integrantes de la comisión ministerial presidida por el ministro de Tecnología Yaakov Peri, votaron a favor del borrador de ley que además impone sanciones penales a aquellos que la infrinjan. Esta ley del servicio militar, que sustituye a la anterior que hacía posible que los jaredíes evitasen la mili, llega justo cuando el gobierno parecía al borde de una crisis que podría haber dado al traste con la frágil coalición. El lunes, durante una reunión del comité ministerial que se ha encargado de la ley, los ministros fueron incapaces de llegar a un acuerdo respecto a si la nueva ley penaría con la cárcel o con sanciones económicas a los jaredíes que se negasen a ir a la mili. Los ministros del Likud, el partido de Netanyahu, eran partidarios de la sanción económica, mientras que los ministros de Hay Futuro, de Yair Lapid, les acusaban de querer romper el pacto por el que su partido aceptó entrar en la coalición. Sin embargo, en un gesto destinado a apaciguar el previsible enfado de la comunidad jaredí, que hace dos semanas protestó el plan gubernamental con una violenta manifestación, se eximirá a 1.800 jóvenes ultraortodoxos que hayan demostrado habilidades excepcionales en las yeshivas, las escuelas talmúdicas. Precisamente durante la protesta, que reunió a más de 20.000 jaredíes, una de las soflamas más proclamadas por los rabinos que arengaban a la multitud era la posibilidad de que la policía sacase por la fuerza a miles de jóvenes jaredíes de las yeshivas para entrar en el ejército. En un intento de apaciguar los ánimos de los ultraortodoxos, Lapid ha hecho un llamamiento a esta comunidad para que acepte la ley y se integre en la sociedad. Se espera que la ley pase sin dificultades en el gobierno y más tarde se apruebe finalmente en el parlamento. La ley entraría en vigor en 2017. Lissette Garcia RosasSinEspinas