Miembros de la Oficina Federal de Investigación (FBI, en sus siglas en inglés) reúnen evidencias en busca del autor o autores responsables del atentado múltiple que causó ayer la muerte de tres personas y heridas a más de un centenar en la recta final del maratón de Boston (Massachusetts, EE UU). El FBI dirige a varias agencias federales, estatales y locales, que colaboran en el caso. Hasta el momento, las autoridades no han practicado ninguna detención, pero la pista terrorista se cierne sobre las primeras pesquisas, aunque su origen está aún en el aire. Lo que parece hasta ahora claro es que el ataque fue coordinado y planificado.
Tampoco hay confirmación oficial del modus operandi del atentado, pero fuentes implicadas en la organización del maratón señalan que los dos artefactos que explotaron, de fabricación casera, pudieron ser colocados en contenedores de basura.
Los dos explosivos detonados sacudieron la línea de meta tres horas después de que los primeros de la carrera cruzaran. Según estas mismas fuentes, otros dos artefactos no hicieron explosión. Este último extremo no cuenta con una versión oficial. El número de artefactos y su disposición en la zona hacen pensar a trabajadores relacionados con la organización que el ataque fue "coordinado, simultáneo" y que su planificación fue "sofisticada". La detonación aprovechó un momento en el que la seguridad era inferior a la que rodeaba la meta con la llegada de los vencedores. Entre las dos bombas transcurrieron unos 12 segundos.
El patrón seguido por el autor o autores del ataque recuerda al seguido en atentados como el de Londres, el 7 de julio de 2005, y Mumbai (India), el 26 de noviembre de 2008. Según el análisis manejado por las fuentes citadas, si bien están abiertas todas las hipótesis, la experiencia atestigua que los yihadistas suelen tener como objetivo el público, mientras que los grupos anarquistas o antigubernamentales tienen en su mira a las instituciones y miembros de la Administración pública.
"Se trata de una investigación criminal, que potencialmente es una investigación terrorista", ha manifestado el agente especial del FBI en Boston Richard Deslauriers. Una fuente de la Casa Blanca ha explicado que el caso sería tratado siguiendo el patrón de un ataque terrorista, pese a que aún se desconoce su origen.
Un miembro experimentado de la investigación y que ha preferido mantener el anonimato ha detallado que los artefactos, que estallaron ayer en Boston estaban compuestos de pólvora y rellenos de rodamientos, clavos y metralla. Esta combinación, sobre todo el cúmulo de metralla, maximiza el efecto devastador de la explosión.
Al estallar el aparato, improvisado y de fabricación casera, las esquirlas salen disparadas y, generalmente, golpean a la altura de las extremidades. Es por este motivo que las fuentes hospitalarias han informado de numerosas operaciones por amputaciones y graves heridas de metralla.
Una persona ha sido interrogada en uno de los hospitales de la ciudad. Se trata, según informa el diario The Boston Globe, de un ciudadano de origen saudí, probablemente estudiante universitario, que un grupo de personas retuvo a la fuerza tras verle correr cerca del lugar de las explosiones. El individuo ha negado toda relación con los ataques y no se encuentra detenido.
Los fotógrafos presentes en la ciudad de Massachusetts han inmortalizado a agentes de la policía y del cuerpo de bomberos entrando en una vivienda del 364 de Ocean Avenue, aunque se desconoce los motivos.
Por el momento se ha descartado cualquier tipo de sustancia química o radiactiva en los artefactos.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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