
Los resultados de las elecciones al Senado amenazan la gobernabilidad de Italia. Con el 88% de los votos escrutados, la coalición de centroderecha liderada por Berlusconi obtendría 123 senadores, una cifra que el centroizquierda (104 escaños), no alcanzaría ni siquiera en alianza con la formación centrista de Mario Monti (17 senadores). Beppe Grillo, con 57 asientos en la Cámara alta, tendría así la llave de la mayoría absoluta en el Senado (158 escaños), y por tanto, de la estabilidad, toda vez que en la Cámara de Diputados el triunfo de Bersani se da por hecho.
Con el recuento finalizado en cerca del 75% de las circunscripciones, los pronósticos sí parecen cumplirse en la Cámara baja. La victoria de Bersani,con el 30,30% de los sufragios frente al 28,43% de la coalición de Berlusconi, se antoja segura a pesar de la estrecha ventaja. Grillo suma el 25,49% de los apoyos y Monti el 10,55%. El sistema electoral italiano establece que el grupo con un mayor porcentaje de votos en la Cámara de Diputados obtenga automáticamente una mayoría absoluta del 54%, (340 escaños).
En el Senado, en cambio, los resultados solo coinciden con los sondeos realizados a las tres de la tarde, al cierre de los colegios, en el extraordinario crecimiento del Movimiento 5 Estrellas, que obtendría en torno al 25% de los votos, y en el batacazo de los centristas de Mario Monti, a quienes casi todos los datos sitúan por debajo del 10%. El éxito de Grillo es aún más impresionante porque, a diferencia del PDL de Berlusconi y el Partido Democrático de Bersani, el humorista no se presenta en coalición sino en solitario.
Las primeras proyecciones sobre datos reales y el escrutinio han enfriado las subidas con las que los mercados habían recibido los sondeos y encuestas a pie de urna que situaban en cabeza al centroizquierda de Bersani en ambas cámaras. Un Gobierno del Partido Democrático con el apoyo de Monti se considera la mejor garantía para llevar adelante las reformas para combatir la recesión.
La participación, que en los anteriores comicios de 2008 se situó alrededor del 80%, ha rondado en esta ocasión el 75% tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
Un sondeo a pie de urna de Sky 24 horas daba al Partido Democrático (PD) un 34% en la Cámara de Diputados, a Berlusconi y su coalición el 29%, a Beppe Grillo un 19% y al primer ministro, Mario Monti, un 9,5%. Los primeros sondeos sobre el Senado, donde el ganador en cada región recibe una prima de senadores, daban un empate Bersani y a Berlusconi en Lombardía, que es clave porque es la región más poblada del país. El centroizquierda y la coalición conservadora aparecían empatados en Lombardía, mientras los primeros ibaan por delante en Sicilia y Campania y los segundos lideraban los sondeos en el Véneto.
La RAI también colocaba en el primer puesto a Bersani con el 35%-37%, a la coalición de Berlusconi le daba un 29%-31%, a Grillo el 19%-21% y a Monti entre un 8% y un 10%.
Unos resultados estrepitosamente malos para Monti en el Senado --donde es necesario el 8% de las papeletas para obtener representación-- complicarían más todavía las posibilidades de Bersani de formar Gobierno. Tal vez logre la investidura, pero la gobernabilidad es otra historia. Aunque Italia ha tenido gobiernos débiles durante décadas, la situación actual es diferente porque la economía requiere unas reformas profundas, con amplio apoyo político.
Mario Monti tuvo que adelantar los comicios después de que Berlusconi le retirara su apoyo.
La última foto de la campaña electoral italiana fue aquella de Beppe Grillo, el líder del Movimiento 5 Estrellas, rodeado por una multitud impresionante en la plaza de San Giovanni de Roma. La de ayer y la de hoy, en cambio, es la de colegios electorales más vacíos que en los comicios de 2008. Los últimos datos señalan una caída de la afluencia de siete puntos, un descenso considerable que los medios italianos atribuyen al mal tiempo y al desencanto de los ciudadanos con la política. No obstante, en las tres regiones que además de diputados y senadores eligen a sus gobernantes locales —Lombardía, Lacio y Molise— también hace frío y también hay sobrados motivos para desconfiar de los políticos, pero la afluencia es mucho mayor.
Hasta el lunes por la mañana, en las elecciones generales ha votado el 55,17% de los electores, frente al 62,55% registrado en 2008. Las dos Asambleas regionales fueron golpeadas en los últimos meses por grandes escándalos de corrupción, con consejeros indagadas e incluso detenidos. Los principales líderes votaron el domingo, salvo Beppe Grillo, que lo ha hecho en la mañana del lunes. Según el fundador del Movimiento 5 Estrellas, cuyo principal argumento es la crítica frontal a los partidos tradicionales, la baja participación afectará sobre todo a su formación.
En cada colegio electoral, tras el cierre de las urnas —a las tres de la tarde del lunes— se iniciará el recuento por las papeletas del Senado. Una vez contabilizadas todas, se abrirán las urnas de la Cámara de Diputados. El resultado de las regionales no se contabilizará hasta la mañana del martes.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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