Grupos armados de Malí atacan a trabajadores de una petrolera

Un grupo armado ha atacado este miércoles unas instalaciones gasísticas situadas en una zona desértica del sur de Argelia donde ha secuestrado a varios ciudadanos extranjeros y han matado al menos a dos personas, han confirmado fuentes de seguridad locales y diplomáticas occidentales a las agencias internacionales. Según un diputado argelino citado por Reuters, los rehenes son cinco japoneses y un francés. La agencia oficial argelina afirma que dos personas han muerto y otras ocho han resultado heridas en el asalto. La situación no es clara y las cifras varían según las fuentes. Un responsable militar del sur de Argelia citado por la agencia AP habla de ocho rehenes extranjeros, de nacionalidad británica, noruega y japonesa, pero no menciona a ningún francés. Un norirlandés está entre los empleados secuestrados, según ha anunciado el ministro irlandés de Exteriores, Eamon Gilmore, que ha pedido a los terroristas que liberen al rehén. "Es originario de Irlanda del Norte, pero posee un pasaporte irlandés", ha aclarado un portavoz del ministro. Un ciudadano noruego de 55 años que trabajaba en la planta desde 2009 también ha sido raptado, según ha declarado su mujer al Bergens Tidende, uno de los mayores diarios de Noruega. "Ha dicho que lo habían secuestrado, nada más. Había alguien a su lado que le dictaba lo que tenía que decir", ha explicado su esposa. Combatientes de la rama magrebí de Al Qaeda (AQMI) llegados del norte de Malí han reivindicado el ataque. "Somos miembros de Al Qaeda y hemos venido del norte de Malí", ha declarado un portavoz de los yihadistas a la agencia France Presse. El Ejército argelino ya ha puesto en marcha una operación de rescate. Las instalaciones, administradas por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil, se encuentra en la localidad de Tiguenturin, cerca de la ciudad de In Amenas, fronteriza con Libia. La petrolera BP ha confirmado un "incidente de seguridad" en sus instalaciones. Este asalto se produce dos días después de que las autoridades argelinas anunciaran el cierre de la frontera con Malí, país escenario de combates entre grupos salafístas que controlan los territorios del norte y el Ejército regular, apoyado desde el viernes pasado por tropas francesas. Argelia, donde mantiene su cuartel general Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), siempre ha mostrado su temor a que una intervención militar en Mali pudiera tener consecuencias negativas para los demás países de la zona. Pero Argel incluso ha permitido a Francia sobrevolar su espacio aéreo dentro de la campaña militar en Malí, en un hecho inaudito en las relaciones diplomáticas entre ambos países. El país norteafricano siempre ha defendido una solución dialogada al conflicto territorial de Malí, cuya mitad norte está controlada por los rebeldes tuareg y los grupos islamistas. Lissette Garcia RosasSinEspinas