Un poquito de mí.

New York, Por, Lissette García, “Porque de cierto os digo, que el cielo y la tierra, pasaran, mas mis palabras no pasaran”, “Porque, no se moverá ni la hoja de un árbol, sin que sea la voluntad del padre”. Fuente de sabiduría (La Biblia), las sagradas escrituras son el principio y el fin de todo conocimiento. Aquel que tenga sed, deberá de buscar en ellas, para saciar sus ansias de todo aquello que perturbe su alma. Cada momento difícil en mi paso por este valle de lagrimas,(Que es este mundo en el que vivimos), siempre he buscado la voz de aquel que todo lo ve y todo lo sabe, aquel, que sabe ver los corazones y que es el único que conoce la verdaderas intenciones de cada uno de nosotros, “Dios padre, hijo y espíritu santo”, fuera de él no existe absolutamente nadie, que verdaderamente nos vea y nos valore, tal cual somos. Además nos acepta con defectos y virtudes, permite que crucemos por ríos turbulentos y nos hace pasar por el fuego, para moldearnos y sacar lo mejor de nosotros. Yo agradezco infinitamente los muchos milagros que ha obrado en mi vida, desde que tengo raciocinio, pues su mano siempre ha sido conmigo y pido, que nunca me falte su amparo y protección, pues todo lo demás pasa, de este mundo nada he de llevarme a la tumba fría, los gusanos han de comer, esta carne, débil y podrida, la cual solo lleva a perdición. Muchos han de leer este escrito y para estos, será un motivo de murmuración, mientras que para mí, es un tributo y agradecimiento a aquel que me ha amado tanto, que me hizo a su imagen y semejanza. Como dijo Cristo en el monte de los olivos, “Padre si es posible, has que esta copa pase de mi, mas que se haga tu voluntad y no la mía”. Como todo en esta vida tiene un tiempo, doy gracias, por cada uno de los que he vivido y sobrevivido, pues debemos ser agradecidos, con lo dulce y con lo amargo de igual manera. Solo le pido que si he de cambiar, sea para honra y gloria de su nombre y que a partir de este momento, todo lo que haga sea de su mano, pues aunque no me guste, he de hacer lo que él tiene dispuesto para mí desde el vientre de mi madre. Pido luz y entendimiento, claridad, donde hayan sombras y tinieblas, que me prestes tus ojos para poder ver donde otros no quieran hacerlo, tu voz para hablar lo tú quieras que mis labios griten. Borra de mi corazón, todo resto de dolor, pon tu gracia y perdón, olvida a quien me daño y restaura cada momento de la existencia temporal, de tu hija en este mundo. Señor, con este escrito se da el inicio de aquello que tanto te pedí alejaras de mi, pero tu voluntad es otra, que se haga pues tu voluntad y no la mía. Lissette Garcia RosasSinEspinas