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Después deque esta imagen apareciera publicada, al rey Juan Carlos le llovieron las críticas.
Foto: EFE
Para nadie es un secreto que la Presidenta Cristina Fernández gasta una fortuna en ropa y en zapatos.
Foto: Reuters
Il Cavalieri ha tenido incluso que declarar en varios juicios, por sus polémicas fiestas en las que habrían participado menores de edad.
polvareda que levantó esta semana el rey Juan Carlos de España al conocerse su cuestionada cacería de elefantes en Bostwana hace recordar otros episodios protagonizados por jefes de Estado y de Gobierno y que generaron rechazo casi universal.
El caso del monarca hispano no sólo causó molestia por el costo de su viaje africano (46 mil euros, equivalentes a unos 30 millones de pesos chilenos) en medio de una de las peores crisis económicas que sufre España. Sus críticos recordaron que Juan Carlos es presidente honorífico de WWF, organización que, entre otras cosas, se preocupa de la preservación animal.
La fuerte presión que cayó sobre la monarquía española obligó al monarca a ofrecer inéditas disculpas. "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir", declaró en TV.
Gastos injustificables
En muchos casos, la prensa es la encargada de destapar bochornos protagonizados en la cúpula del poder. En 2011, el diario "The Washington Post" publicó un polémico artículo denominado "Los diplomáticos de la ONU se vuelven locos en Estados Unidos", que dejaba al descubierto los millonarios gastos de algunos jefes de Estado.
La nota mencionaba a la Presidenta argentina, Cristina Fernández, quien en una salida de compras adquirió nada menos que 20 pares de zapatos de la prestigiosa marca Christian Louboutin, con un valor final de 100 mil dólares (50 millones de pesos).
Luego del revuelo en el país trasandino, la propia Casa Rosada salió al paso de las críticas. "Es un invento total, un absurdo total, no sé cómo pudieron afirmar eso", dijo señaló un portavoz.
Otro jefe de Gobierno que enfrentó reiterados cuestionamientos por algunos de sus actos fue el ex Primer Ministro Italiano Silvio Berlusconi.
Il Cavaliere debió declarar judicialmente por la utilización de menores de edad en costosas fiestas a las que asistían desde políticos hasta empresarios. Hace cinco días la modelo marroquí Imane Fadil, quien participó en las fiestas privadas de Berlusconi, relató ante los jueces de Milán las comprometedoras veladas que incluían el striptease de mujeres disfrazadas de monjas.
Las fiestas solían realizarse en la lujosa Villa Certosa, su mansión de Cerdeña, con siete piscinas, playas y puerto privado, anfiteatro al aire libre, termas romanas, una "cascada canadiense", un jardín de 100 hectáreas con 2.500 cactus y un lago con 1.200 palmeras.
Pero el jefe de Gobierno no sólo ha llamado la atención por los escándalos de su vida privada, sino que también por algunas de sus frases. "Yo soy el Jesucristo de la política. Soy una víctima paciente, me sacrifico por todos. Sólo Napoleón hizo más de lo que he hecho", dijo en una oportunidad.
Otro Presidente que causó fuerte polémica fue Robert Mugabe, quien se entronizó en el gobierno de Zimbabwe desde 1980. Ha sido duramente criticado por su incongruencia y falta de sensibilidad al mantener al país sumido en una crisis social, mientras se gastaba enormes sumas de dinero en satisfacer sus lujos.
En febrero de 2009 cuando celebraba su cumpleaños 85 en medio de una profunda crisis social, económica y sanitaria, organizó una cena en la que sólo el menú bordeó la suma de 250 mil dólares (125 millones de pesos). Incluyó unas 2 mil botellas de champagne, ocho mil langostas, 100 kilos de gambas (especie de camarón), 4 mil porciones de caviar, 3 mil patos, 16 mil huevos, 3 mil tartas de chocolate y vainilla y 8 mil cajas de chocolates.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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