Activistas comunitarios e inmigrantes latinos se mostraron incrédulos sobre el compromiso del presidente Barack Obama para lograr una reforma migratoria, luego de que el dignatario exhortara al Congreso a trabajar en este tema
“Yo quiero darle el beneficio de la duda, pero todavía faltan dos años para las elecciones y se me hace que el discurso fue como el comienzo de la campaña para enamorar al voto latino”, dijo Pablo Alvarado, presidente de la Red Nacional de Jornaleros.
“El discurso sonó como uno de los discursos anteriores. No ofreció nada nuevo ni dio una fecha para decir en esta fecha voy a presentar la reforma migratoria”, expresó Alvarado y opinó que hay mucha discrepancia entre lo que el Presidente dice y lo que hace.
“No nada más ha fallado en su promesa de impulsar su reforma migratoria, pero nos ha estado dando atole con el dedo. Nos habla bonito, pero ha deportado a casi un millón de personas”, manifestó Alvarado.
Cifras de la misma Administración Obama revelan que casi 800,000 personas han sido deportadas durante su mandato, la mayor cantidad que en cualquier otro periodo presidencial.
Raúl Murillo, de la Hermandad Mexicana Nacional en Los Ángeles, tampoco sonó del todo convencido con el discurso del Presidente, dado el martes de esta semana durante una visita a El Paso, Texas.
“Es hora que el Presidente transforme en hechos esas palabras”, dijo. “Las palabras convencen, pero los hechos arrastran”.
Murillo dijo que a pesar de los reiterados pronunciamientos de Obama a favor de una reforma migratoria, la realidad de su mandato ha sido lo contrario.
“Tiene que poner un alto a estos programas de Comunidades Seguras, que justifican andar detrás de criminales pero que tienen un daño colateral mucho más grave”, señaló Murillo. “El Presidente puede emitir una orden presidencial que detenga las deportaciones inmediatamente mientras se resuelve la reforma migratoria”.
En su visita a El Paso, Obama elogió las contribuciones de los latinos en el país y dijo que ya era hora de lidiar con un sistema migratoria “quebrado”.
El Presidente habló de una “reforma migratoria comprensiva”, que incluya un mayor fortalecimiento de la seguridad en la frontera, penalice a empresas que contraten a indocumentados, haga más eficiente el proceso migratorio y que establezca un proceso de legalización para inmigrantes que ya radican en el país siempre, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos, como aprender inglés y pagar multas por quebrantar las leyes migratorias de la nación.
“Cuando un asunto es tan complejo y suscita emociones tan fuertes, es más fácil para los políticos posponer el problema hasta las próximas elecciones. Y siempre hay más elecciones. Por eso hemos visto muchas acusaciones y politiquería y retórica mordaz. Hemos visto que esfuerzos de buena fe de parte de líderes han sucumbido a las acostumbradas manipulaciones de Washington. Y mientras tanto, hemos visto las consecuencias cada vez mayores de décadas de inacción”, dijo el Presidente con respecto a la reforma migratoria.
Sin embargo, Obama no hizo referencia a una propuesta legislativa concreta, ni ofreció una fecha para lograrlo o siquiera someterla.
Lo anterior no dejó del todo convencidos a activistas como Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición para los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA).
“Aunque estamos de acuerdo con el Presidente que todo es posible en Estados Unidos, nos da pesar que no habló de lo que él puede hacer posible en términos de un alivio administrativo para detener el sufrimiento de millones de migrantes para que ellos también vivan esa promesa ahora, no años más tarde”, expresó Salas en un comunicado de prensa.
Salas también indicó que mientras el Presidente y el Congreso trabajan juntos en pos de una legalización, ellos seguirán recordándole al mandatorio que él puede detener las deportaciones de estudiantes, la separación de familias y que él puede hacer su parte en estos momentos.
¿Tras el voto latino?
Inmigrantes también se mostraron ambivalentes ante las palabras de Obama.
“Prácticamente él está tratando de ganar popularidad con la gente para que vuelva a votar por él y cae en las mentiras”, dijo René Carranza, originarios de El Salvador. “Creo que nos está engañando. Sabemos que los millones de hispanos en este país son los que ayudan al voto. Él los necesita por fuerza y creo que no es justo que todos seamos engañados”.
Críticas de todos lados
No obstante, organizaciones que proponen un mayor control contra la inmigración indocumentada también criticaron el discurso de Obama.
La Federación Americana por la Reforma Migratoria (FAIR), grupo que se opone a la inmigración indocumentada, dijo que esperaban “promesas e ignorancia” con los inmigrantes ilegales ante la reelección de Obama
“En su esfuerzo por generar apoyo de su base política, el Presidente Obama escogió re-encender un debate divisorio sobre la amnistía y los inmigrantes ilegales. Al mismo tiempo, rehúsa hacer valer leyes migratorias que no le gustan o que considera políticamente inconvenientes”, dijo en un comunicado Dan Stein, presidente de FAIR.
“A medida que el Presidente se alista para su reelección, estamos viendo esfuerzos desesperados por parte de la Administración para utilizar la inmigración como un tema punzante”, agregó Stein.
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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