La estrategia del gobierno norteamericano denominada "Rápido y Furioso" que permitió a traficantes sospechosos comprar 1,998 armas de alto poder en EE.UU. para introducir a México y determinar si éstas terminaban en manos de los cárteles, dejó a políticos mexicanos con el sabor amargo de una invasión.
"Estados Unidos toma una decisión ilegal nacional e internacional y viola la soberanía de su socio comercial para hacer un experimento porque México se ha convertido en un laboratorio", dijo la ex canciller Rosario Green, hoy senadora de la comisión de Relaciones Exteriores.
A la indignación generalizada entre los partidos políticos hay un agravante dado a conocer por la cadena de televisión CBS: Rápido y Furioso tuvo como precedente el programa "Receptor Abierto" que habría permitido la venta y envío a México de 450 armas.
El Senado mexicano citó a la canciller Patricia Espinosa para una audiencia en los próximos días en la que deberá explicar "la tibia respuesta" sobre el tema del tráfico "tolerado" de armas que fue conducido por la Oficina de control de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (BATF) del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
"Una respuesta como la que da la cancillería de que ‘necesita más información’ es una respuesta muy mediocre y débil", consideró Green.
La Secretaría de Relaciones Exteriores respondió en un comunicado emitido en días pasados que el gobierno de México "seguirá con especial interés" las investigaciones sobre el tema anunciadas por la BATF y el Departamento de Justicia.
La respuesta diplomática decepcionó y alarmó también en la Cámara Baja. El presidente de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez especuló escenarios radiacales "¿Qué pasa si la próxima vez lo que necesitan introducir son asesinos entrenados?, por ejemplo, ¿o armas nucleares?", cuestionó.
El pasado 4 de marzo, durante su última visita a Estados Unidos, el Presidente Felipe Calderón insistió a su homólogo Barack Obama en detener el tráfico de armas. Éste respondió: "no podemos regular las armas y su recorrido hacia México. Creo que podemos tener una estrategia de fomentar la regulación de las leyes de tránsito con base en nuestra Constitución".
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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