Estas declaraciones se produjeron en un pleno extraordinario en el Congreso de los Diputados en el que el Gobierno logró la autorización de la Cámara Baja para que España pueda intervenir en Libia bajo el amparo de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. La participación militar española que ya ha comenzado con la justificación de necesidad urgente que establece la Ley de Defensa Nacional.
"La resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU no pretendía ni pretende la expulsión del coronel Gadafi, su objetivo era advertirle de que dejara de usar las armas contra su pueblo, de que si no lo hacía, la comunidad internacional estaría dispuesta a usar la fuerza para poner fin a los asesinatos de su pueblo", afirmó Zapatero.
"Tres días después del inicio (de la operación), ha surgido efecto, parece que se han detenido los ataques indiscriminados y eventualmente se ha producido algún repliegue", agregó respecto a unos ataques aéreos que comenzaron el sábado por parte sobre todo de Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
El sábado se produjo una reunión en París organizada por el presidente francés,
Nicolas Sarkozy, en la que participaron 18 países, 11 de ellos europeos, cinco árabes, más Estados Unidos y Canadá, que acordó "adoptar todas las medidas necesarias, incluyendo las militares, para mostrar al pueblo libio nuestra determinación de apoyarle para que pudiera realizar sus aspiraciones y construir su futuro democrático, respetando su soberanía y su integridad territorial", señaló Zapatero.
El plazo para la misión es de un mes para el control y la garantía del cumplimiento de la zona de exclusión aérea, y de tres meses para la aplicación del embargo decretado por la ONU. Zapatero anunció que en caso de que fuera necesario, el Gobierno pediría una prórroga al Congreso.
La participación española consiste en unos 500 militares, con cuatro cazas F-18 y un Boeing 707 de repostaje en vuelo para aplicar la zona de exclusión aérea, y la fragata Méndez Núñez, el submarino Tramontana y un avión C-235 de vigilancia marina para el embargo.
REACCIONES
El pleno del Congreso autorizó la intervención española en Libia prácticamente por unanimidad, con 336 votos a favor, una abstención y los tres únicos votos en contra de IU y BNG.
El
Partido Popular votó a favor de la intervención por "coherencia", a pesar de cuestionar la existencia de una estrategia de salida. El líder del principal partido de la oposición,
Mariano Rajoy, destacó además que "España ya está en el combate" antes de consultar al Parlamento.
"Rodríguez Zapatero ha decidido que nuestras Fuerzas Armadas intervengan en el conflicto libio y el
PP no se opone a esta decisión, porque la ha tomado quien puede tomarla constitucionalmente, porque así lo ha decidido la comunidad internacional, porque siempre hemos estado con nuestros aliados y, sobre todo, porque nos sentimos solidarios con los civiles que sufren indefensos el ataque despiadado del coronel Gadafi", afirmó Rajoy.
En su intervención, el portavoz de
CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, acusó a la comunidad internacional de llegar tarde.
"Siento vergüenza de formar parte de una comunidad internacional que no ha sido capaz de dar respuesta antes al problema de Libia", aseguró el nacionalista catalán.
"De haberse producido antes esta resolución, no me cabe la menor duda que hubiésemos evitado la perdida de muchas vidas humanas", añadió. Además, Durán i Lleida destacó que la prioridad internacional, a partir de ahora, debe ser la región del Mediterráneo.
Otros portavoces destacaron que su apoyo no supone un cheque en blanco, como el
PNV. Su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, advirtió que su voto responde al aval de la ONU y al objetivo de proteger a los libios de la violencia de sus gobernantes, y que estos serán sus límites.
Sólo IU y el BNG votaron en contra. La opinión más crítica fue la del diputado Gaspar Llamazares, según el cual Zapatero ha cambiado el "no a la guerra" de las manifestaciones contra la
guerra en Irak en 2004 por rememorar la llamada coalición de las Azores "encabezando la coalición de París".
"Quien le ha visto y quién le ve", dijo Llamazares al presidente español. Asimismo, el líder de IU negó que la intervención este justificada por la defensa de los derechos humanos ni de la democracia, valores que "ni se exportan ni se imponen mediante la guerra", sino por intereses geo-estratégicos, económicos y políticos en Libia
Lissette Garcia
RosasSinEspinas
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